Dos de ellos, habían asistido la días atrás al encuentro con Bernhard Scholz en el colegio J. H. Newman “Construir en tiempos de crisis”, y Emeterio, que no pudo ir porque en la parroquia le están reciclando como sacristán, después de oír hablar a sus compañeros, pidió que la próxima vez le permitieran “ausentarse del trabajo” para ir a estas cosas. Pero la cuestión que nos ocupa es la víspera de Reyes.
Estuvieron muy dignos. Muy metidos en su papel. Disfrutaron con toda la chiquillería que fue a verlos y con los que, uno por uno, estuvieron hablando.
Es impresionante: este hombre llegó a nosotros recién finalizado su proceso de desintoxicación. Ahora está trabajando en una empresa haciendo páginas Web, y tiene un contrato a tiempo parcial; pero es muy feliz con lo que tiene porque cada día debe asumir un reto nuevo.
En la asociación reconocen no haber hecho nada, tan sólo estar a su lado y repetirles una y mil veces “Lo importante no es lo que has hecho, sino Quién te ha hecho”.
El desayuno fue algo espectacular, fueron dos horas de conversación vibrante en la que estos hombres, con durísimas historias a sus espaldas, contaban lo que habían vivido en la tarde anterior. También impresionaba el gusto con el que los otros acogidos les oían hablar.
“Ha sido el día más feliz de nuestra vida” concluían como resumen de lo sucedido.
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